GUÍA PRÁCTICA PARA SOBREVIVIR A LA DEPRESIÓN

Este es un proyecto muy personal, ya que padecí depresiones crónicas graves desde 1990 a 2003. En esos años de sufrimiento extremo aprendí mucho sobre la enfermedad, sobre mí misma y la sociedad.

Hay una falta de información generalizada sobre temas mentales que provoca consecuencias muy negativas sobre los enfermos y sus familiares. La más irreversible es el suicidio, que afecta principalmente a los jóvenes y es un tema del que apenas se habla. Por eso escribí esta guía, para expresar en un lenguaje sencillo lo que he aprendido para contestar estas preguntas que tantos se hacen y que pocos encuentran respuesta.

  • ¿Qué ocurre en el cerebro cuando tienes depresión, ansiedad o cualquier otro problema mental?
  • ¿Cómo afrontar esta situación lo antes posible? ¿A quién acudir para pedir ayuda?
  • ¿Qué podemos hacer en nuestra vida diaria mientras dura? Suelen ser largas y eso es difícil de sobrellevar.
  • ¿Qué hacer cuando alguien te dice que se quiere suicidar o se nota esta inclinación por su conducta?
  • ¿Cómo tratar a las personas con problemas de salud mental?

Existe un estigma social importante para el que padece estas dolencias, yo soy testigo de ello. La autoestima, la esperanza y la ilusión se apagan, dejando un vacío que se llena de los peores presagios. Es ahí cuando las personas que quieren al enfermo deben acudir a prestarle su apoyo incondicional, recurrir a la ciencia que ofrece los tratamientos adecuados para su problema concreto y sobre todo instalar en la conciencia colectiva de todos los implicados el lema de la asociación SPE&COR: “Nunca te rindas”.

Yo fui un caso, considerado incurable, que me curé por completo. Gracias a Dios he podido desarrollar mis sueños más importantes; estudiar una carrera universitaria, formar una familia estable y desarrollar mis aptitudes en las áreas que más me interesan que son; principalmente las relaciones humanas y también la estética, la belleza, el éxito…

Tengo una vida plena, interesante y feliz.

Tuve fe y mis sueños se fueron haciendo realidad, aunque me quedan todavía muchos por cumplir. Yo sigo trabajando, confiando y soñando.